Pulsera de la Inocencia y protección contra las acechanzas y desafíos.
Diocleciano se quería casar con la joven más linda, hija de unos distinguidos Patricios Romanos, Filomena, pero ella quería ser monja, Diocleciano la mando a matar y con ella más de 10.000 cristianos. Una cifra que nunca conoceremos con certeza (pudieron ser 100.000) pero si pensamos que pocos años después todo el imperio se convirtió, entenderemos que la sangre de esos mártires fue la semilla para millones de conversiones.
Comenzaban los ocho años de la persecución de Diocleciano, justo el día que se celebraban las fiestas Terminalias en honor a Término, el dios de las fronteras, un ángel caído.
Fue quizá la más sangrienta persecución a los cristianos en el Imperio romano. Hay historiadores que describen esta persecución como «la más grande y la última», «la más violenta», y hasta dicen que fue «nada menos que el exterminio del nombre de cristiano»