
Medalla de la virgen de las lagrimas
«El 8 de marzo de 1930. Una Señora de belleza indescriptible se me acerca.
Ella sostenía en sus manos un rosario que ella misma llamó de "Corona". Las cuentas brillaban como el sol y eran blancas como la nieve.
Entregándome ese rosario, Nuestra Señora me dijo:
"Esta es la Corona de Mis Lágrimas que fue prometida por Mi Hijo"
El Señor se le apareció y le dijo: "Si deseas obtener esa gracia, pídemela a Mí por los merecimientos de las Lágrimas de Mi Madre."Jesucristo le enseñó las siguientes invocaciones: "Jesús mío, oíd nuestros ruegos por las Lágrimas de Vuestra Madre Santísima."
"Ved, oh Jesús, que son las Lágrimas de Aquella que más Os amó en la Tierra y que más Os ama en el Cielo."
Al final, Jesús hizo una gran promesa: "Hija Mía: lo que los hombres Me piden por las Lágrimas de Mi Madre, Yo amorosamente concedo".